Los socialistas han primado la sumisión de Enrique Navarro ante sus jefes de Madrid mientras fue alcalde de Onda, por encima del hecho de que saltase del barco del socialismo de nuestra ciudad a ocho meses de llevarse el mayor batacazo electoral
Enrique Navarro es, desde este pasado fin de semana, oficialmente primer candidato al Senado por el PSPV-PSOE en la provincia de Castellón. El que fuera alcalde de Onda durante tantos años, saltó del barco municipalista justo a ocho meses del desastroso resultado electoral que ya le vaticinaban todas las encuestas.
Supo saltar a tiempo para no ser la imagen de la derrota y poder así labrarse un futuro en el Senado, a donde los partidos premian a sus históricos con un buen sueldo y poco trabajo.
Navarro, al que no le importó dejar la agrupación en manos de Juan Miguel Salvador para no cargar así con la losa de la derrota electoral, se presenta ahora como cabeza de lista del PSOE en el Senado por la provincia de Castellón.
Se supone que los socialistas le colocan de salida en sus listas para defender en el Madrid los intereses de nuestra provincia.
Sin embargo, Enrique Navarro, durante su periodo como alcalde, dejó claras evidencias de que no se caracteriza por defender los intereses de sus ciudadanos por encima de su partido.
Demasiado lastre para un candidato.
Enrique Navarro no lo hizo cuando desde todos los ayuntamientos de la comarca se aprobaban resoluciones a favor de un plan de rescate del azulejo que lanzó el PP de Onda y que respaldaron todos los municipios, excepto el gobierno local de Onda. Navarro no lo apoyó porque suponía alzarle la voz a Zapatero. Y mientras, el ahora aspirante a Senador veía callado como el gobierno de España aprobaba planes de rescate para el textil o el automóvil, de fuerte implantación en comunidades gobernadas entonces por los socialistas, como eran Catalunya o Aragón.
Enrique Navarro tampoco le levantó la voz al entonces ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, que retrasaba año tras año –hasta hoy—la construcción del prometido nuevo Cuartel de la Guardia Civil. Ocho años después, el cuartel sigue igual y Navarro no ha abierto la boca.
Ni que decir de los más de cuatro millones que le adeuda el Estado al ayuntamiento de Onda y que sufrimos todos los ondenses....
Si Enrique Navarro no fue entonces capaz de defender los intereses de los ondenses por encima de los de su partido, ¿lo hará ahora como Senador?
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