miércoles, 21 de marzo de 2018

El PP muestra su apoyo a la prisión permanente revisable


El Partido Popular de Onda ha querido mostrar su apoyo a la figura que el PP introdujo en el Código Penal, la Prisión permanente revisable, al igual que el 80% de los españoles.
Esta figura se introdujo en 2015 en el Código Penal y se limita a casos muy graves. Tanto es así que en todo este tiempo sólo se ha aplicado a un supuesto. Sin embargo, los presuntos progresistas en España han decidido boicotear esta figura que persigue la reinserción y que refuerza la seguridad y la libertad.

Tal y como ha explicado hoy la portavoz del PP en Onda, Carmina Ballester, “tenemos que partir de la base de que el 80% de los españoles estamos a favor de esta figura y que, además, no está en contra de la reinserción, sino todo lo contrario”. De ahí el concepto de revisable ya que no condena 'sine die'.

Además, esta figura ya existe en todos los países de la Unión Europea y España era una anomalía por no tenerla. Ballester explica que “estamos hablando de casos muy graves, como asesinato de niños con alevosía y no nos podemos olvidar que sin seguridad, no existe libertad”.

La responsable popular explica que “esta prisión no evita que se produzcan delitos porque el Código Penal no puede erradicar la maldad del mundo, pero sí ayuda a garantizar la seguridad de las personas”. Ballester ha lamentado que “los presuntos progresistas no escuchen a la calle y quieran boicotear esta tipificación en contra de la opinión mayoritaria de los españoles”.

La implantación en 2015 de la pena de prisión permanente revisable no fue una concesión al populismo punitivo, como suelen decir los detractores de esta figura, sino la respuesta adecuada a una carencia del Código Penal. Es lógico que toda reforma penal conlleve críticas, porque no es un ciencia exacta y la disparidad de enfoques es normal. Sin embargo, la polémica en España contra la prisión permanente revisable está animada, principalmente, para erosionar al Gobierno del PP y al compás de los viejos prejuicios, falsamente garantistas, que aún subsisten contra cualquier reforma que endurezca el sistema penal. La prisión permanente renovable está implantada en todos los países de la UE, es admitida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la aplica la Corte Penal Internacional y el TC español no la ha objetado cuando la Audiencia Nacional ha entregado a delincuentes condenados a esta pena.



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