martes, 16 de febrero de 2016

El PSOE vuelve a mentir a los ondenses al afirmar que Onda se quedaba fuera del POYS 2016 de la Diputación Provincial de Castellón.


La Diputación de Castellón aprueba por pleno ordinario las bases del POYS para 2016.

Martes, 16/02/2016. La Diputación de Castellón aprueba las bases reguladoras del Plan Provincial de Cooperación a las obras y servicios de competencia municipal para este ejercicio, donde podrán formular solicitudes de inclusión en el POYS para las actuaciones de inversión (obras y/o suministros) que prevean los municipios y que afecten a las competencias municipales establecidas en la Ley 7/1985, de 2 de abril, en su nueva redacción dada por la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local.

Las solicitudes deberán consistir en la realización de inversiones sobre prestación de servicios obligatorios, de conformidad con lo establecido en la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, y también aquellos comprendidos en cualquier otra línea de actuación de competencia municipal.

Podrán ser beneficiarios del POYS 2016 los siguientes ayuntamientos:
-        Los Ayuntamientos cuya población no supere los 5.000 habitantes.
-        Los Ayuntamientos cuya población tenga entre 5.001 y 20.000 habitantes
-        Los Ayuntamientos cuya población tenga más de 20.000 habitantes
-        Las Mancomunidades cuya población no supere los 20.000 habitantes.

El pasado 27 de enero de 2016, el Teniente de Alcalde del ayuntamiento de Onda, Ángel Badenas, desconocemos con qué propósito, mintió a los ondenses en rueda de prensa al afirmar que la Diputación de Castellón había dejado fuera de estas inversiones a la ciudad de Onda.

En esa misma rueda de prensa, el edil ondense, no satisfecho con proporcionar información falsa a los vecinos y vecinas de Onda, en un burdo intento de desprestigiar a la administración provincial, achacaba dicha decisión al Diputado Provincial y también edil de la corporación local, Salvador Aguilella, aseverando de que había sido cómplice de eliminar estas ayudas con el propósito de perjudicar los intereses de Onda, al reducir las inversiones de los barrios periféricos que podría realizar el ayuntamiento, gestionado por los socialistas.
El teniente de alcalde calificaba de “hecho histórico negativo y una estocada a la ciudad” basándose en argumentos imaginarios y en la utilización de la mentira para hacer política. Consideramos de vital importancia, una vez que conocemos que la Diputación ha aprobado las bases para estas inversiones, desmontando una a una las afirmaciones del edil socialista que, el Sr. Badenas, debería pedir disculpas a los vecinos de Onda por tratar de engañarles de una forma tan sórdida, tan poco elegante y tan alejada de la imagen respetable y honrada que un servidor público debe mostrar ante la ciudadanía.
Si realmente, el equipo de gobierno de Onda, no tiene un proyecto claro y definido para nuestra ciudad, creemos que resulta totalmente innecesario tener que recurrir a la mentira para justificar que son incapaces de gestionar los intereses de una población como Onda.
Errar es propio de humanos. Dicen que, como tales, sólo podemos aprender equivocándonos, y que así, de error en error llegamos al acierto de dominar la realidad. Ello implica que la mentira como tendencia esté excluida del comportamiento humano. Entendiendo, claro está, por “mentira”, el propósito preconcebido de falsear la realidad. Esa es una práctica destructiva de la naturaleza humana, ya que el error que la misma entraña, aparta al sujeto actuante de la realidad. Tal es la gravedad del defecto de mentir, es decir de errar intencionadamente, que los países más evolucionados culturalmente descalifican irremisiblemente a los políticos que mienten en el ejercicio de su específica función, o simplemente que ocultan los datos de la realidad en sus manifestaciones.
Viene a cuento todo lo anterior, por el suceso bochornoso acaecido durante la rueda de prensa socialista, en que una formación política, y que para colmo destaca entre sus pretensiones la de la regeneración de la vida pública, ha incurrido en el doble engaño de mentir intencionadamente además del grosero recurso de pretender justificarse presentándose como víctima.
Hay que regenerar la política; porque mentir en política no puede considerarse nunca un “error” sino el fin del recorrido político del sujeto que mintió y el del partido que se permite excusar la falta de credibilidad del mismo.

Consideramos que aquéllos que deciden voluntariamente servir a sus conciudadanos deben realizarlo de forma honorable y leal. Perder la credibilidad en política es perderlo todo.

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